Oración poderosa a la milagrosa esclava Anastácia
Oración poderosa de Santa Faustina por un corazón misericordioso
Oración poderosa a la Santa Anastácia, la Esclava
Con santuarios de devoción a su imagen y milagros en vida, la oración poderosa a la esclava Anastasia atribuye a su existencia el valor de heroísmo y santidad. En la actualidad, con cerca de 28 millones de devotos, entidades vinculadas no sólo a los líderes negros, femeninos o masculinos, sino también a las comunidades religiosas afrobrasileñas, particularmente relacionadas al catolicismo, están unidas en el propósito de solicitar al Papa la beatificación de la esclava Anastasia.
Conocido su poder en promover milagros y su triste historia de vida, la oración poderosa que enseñar a continuación es aconsejada para momentos desesperados, donde buscamos la salida para tales situaciones. Para ello, encienda una vela y haga la siguiente oración:
Anastácia, que sufrió la maldad de los señores de ingenio y fue una de las Mártires del cautiverio, sea nuestra benefactora en los momentos de aflicción y de angustia, en que nuestros los corazones sufren las amarguras de la mala suerte y de los rudos golpes de nuestro destino. Usted, que es venerada por una legión de devotos por los tantos milagros que realizó, me ayuda en este instante de desesperación, aflicción y apretón, sacándome de esta difícil situación por la que paso.
¡Recuerde su última existencia terrena y sabrá sentir y reconocer mis desventuras! Usted ahora en la Aruanda Celeste, todavía está muy cerca de nosotros y, ante su condición de Ángel-Mártir tiene más facilidad de prestarme el socorro que tanto necesito (diga ahora su petición) y aliviar esa carga de sufrimiento y apartarse, de esos grilletes. Me libera de la libertad de pensar y de actuar, para salir de esta difícil posición en la que me encuentro. Ángel-Mártir de luz y brillo, ayúdame a alejar de la mente y del corazón las sombras de la infelicidad que me abaten y me quitan las fuerzas para reaccionar a través de mis propios esfuerzos de la liberación del juzgo severo de las adversidades que ofrecen aquellos que nacieron desprovistos de la suerte y de la fortuna. Sea mi Ángel-guía dándome esperanza en el futuro, atenuando mis dolores, solucionando mis problemas y aliviándome en las situaciones difíciles. En esta ocasión, repite su petición:
Sé que seré atendida, por su inmensa, que me ha dado una petición:
generosidad y prometo recordarme siempre de ti, Santa Anastasia, con todo el respeto, veneración y cariño. ¡Que así sea!
Por fin, deje la vela quemar completamente, hasta que su llama se apague.
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